30 de agosto de 2010

Antonio de Quintanilla y los últimos de Chiloé. Un recuerdo de homenaje a la perseverancia.


La denominada Isla Grande de Chiloé, de casi 9.000 kilómetros cuadrados, y el archipiélago anexo se ubican en la parte meridional de Chile, donde comienza el rosario de islas que festonean la recortada costa chilena. Un pintoresco territorio que se caracteriza por su tradicionalmente importante actividad marítima, la fuerte religiosidad manifestada en sus peculiares iglesias de madera y los poblados de palafitos (construcciones sobre pilares en agua), que pasó a ser posesión de la Corona española a mediados del siglo XVI.

El 18 de enero de 1826 se concertó la capitulación de las fuerzas que aún defendían la soberanía de España en la isla de Chiloé, con la arriada de la bandera al día siguiente, en lo que a la postre sería el último reducto territorial español en Sudamérica. Y se producía esta capitulación más de ocho años después de la propia independencia de Chile, habiendo hecho gala de una denodada defensa y resistido sendas expediciones de conquista (1820 y 1824).

Capitulación efectuada casi coincidiendo en las fechas y escasos días antes con la del que cronológicamente sería el último baluarte español en el Cono Sur, la Fortaleza del Real Felipe en El Callao, en Perú, con la obstinada defensa del coetáneo brigadier José Ramón Rodil, frente a un numantino asedio, entre penurias, desnutrición y ataques de los sitiadores.

Este anecdótico y poco conocido episodio de Chiloé está protagonizado por la fervorosa voluntad lealista de una población isleña y la firme decisión del comandante gobernador a la cabeza: el brigadier montañés Antonio de Quintanilla.

Natural de la localidad de Pámanes, en el municipio de Liérganes, es vástago de un linaje de profunda raigambre montañesa, cuyos antepasados paternos se remontaban en varias generaciones como naturales y vecinos de dicha localidad, siendo su madre originaria de Santiago de Heras y habiendo contraído matrimonio sus padres en el vecino pueblo de San Vitores (ambas localidades de Medio Cudeyo).

Antonio de Quintanilla regresaría a España en compañía de sus hijos y de su mujer, Antonia Álvarez de Garay, natural de Chiloé, ocupando distintos cargos como autoridad de carácter militar y administrativa.






El Bígaro

20 de agosto de 2010

El origen de la Rata Negra


Presentar a Jack Marchal no es algo fácil. Auténtico polo cultural nacionalista, frecuenta los grupos más miticos (Occident, GUD, Ordre Nouveau, PFN) con su humor corrosivo desde hace más de 30 años… Según sus palabras: “Fue viendo a los izquierdistas del campus de Nanterre que entendí que los enemigos de esos bastardos no podrían ser otra cosa que mis amigos; así fue como conocí la cruz céltica, en el invierno de 1966-1967″. En el articulo siguiente nos describe, desde un punto de vista de amante de tebeos, el génesis del símbolo de la militancia nacionalista radical ¡La rata negra!. Esa rata negra de humor ácido ha creado un cierto espíritu, combinando agresiones verbales, autoburla, nostalgia humorística de lo que es odiado por los que están enfrente, provocación y orgullo; ese humor “rojinegro” que constituye la herencia de los movimientos nacional-revolucionarios en Francia, Bélgica, España e Italia… Hombre de cultura (dibujante de Alternativa, conocida revista de GUD, autor junto a Frédéric Chatillon y Thomas Lagane de la obra “Las ratas malditas” sobre los 30 años de historia de los movimientos nacionalistas de estudiantes en Francia). Marchal es también músico, precursor de la aventura del RIF, donde de hecho participa. En 1979 realizó un álbum titulado “Ciencia y Violencia” (reeditado).

¿Puede explicarnos el comienzo de la Rata Negra?

Apareció como símbolo del GUD hace treinta años, a finales de enero de 1970. De forma fortuita, sin ser totalmente fruto del azar. Me explico: en esa época una manada de grupúsculos político-sindicales de ultraizquierda habían aprovechado la relación de fuerzas resultantes de Mayo del 68 para colonizar las universidades francesas. Los pasillos de las facultades estaban repletas de stands y de pancartas de textos interminables y repetitivos, de tipos que pasaban el día entero escribiendo en gran formato manifiestos revolucionarios, es increible como los marxistas sabían ser extensos cuando se les dejaba. En el centro jurídico parisino Assas, donde nos infiltramos en la muchedumbre adversaria, GUD trataba de distinguirse de la charlatanería del ambiente con carteles lo más escuetos posible, con algunos slogans humorísticos dibujados con una gráfica específica. Se nos distinguía al primer vistazo, incluso con el logo ausente (desde la disolución de Occidente no nos atrevimos a sacar la cruz céltica). Yo era de los que estaban encargados de hacer los carteles (o de al menos revisar la ortografía), bajo la dirección de Frédéric B., uno de los antiguos dirigentes de Occidente. Un profesional, salía de Bellas Artes, dibujaba los carteles de Occidente, así como las primeras de Ordre Nouveau. Nos enseñó que sólo la estética es revolucionaria y que imponer un estilo es el mejor medio de ser visto y de llegar a ser fuertes.

Sin embargo, en ese invierno de 1969-70, les dio a nuestros adversarios por poner carteles de caricaturas, a veces no muy malas, que atraían la mirada y que estaban normalmente dirigidas contra nosotros. No podíamos quedarnos atrás, teníamos que contrarrestar: ¡Gud se expresaría con tebeos gigantes, con colores, legibles desde lejos! Tenía bastantes tebeos cuando tenía 10 o 12 años, nada dibujado desde entonces, pero me repuse. Y lanzamos una crónica ilustrada graciosísima, casi cotidiana, me pasaba dos horas cada tarde en el local de GUD; con otros camaradas delirábamos mientras seleccionábamos las ideas más descabelladas… La actualidad lo ponía fácil, la agitación universitaria era noticia en los periódicos. Me llevaron a negociar el caso del delegado superior de la universidad de Naterre, donde los izquierdistas le habían forzado a refugiarse en unos baños. En nuestro tebeo le puse tirado entre la basura, entre peces podridos y mondaduras. También puse una rata, era lógico en ese lugar… En su primera aparición, estaba sólo para roer una zanahoria, pero no tardó en expresarse, en hacer comentarios sarcásticos en su rincón. Era muy práctica la rata. Es una tendencia muy natural poner en el margen un pequeño personaje que haga el contrapunto con la escena principal (proceder sistemático de Brueghel como entre otros dibujantes americanos, sin olvidar Gotlib y su mariquita. Noto que desde hace un tiempo el infame Plantu no para de poner una pequeña rata en una esquina de sus dibujos que publica para El Mundo. ¿Sabrá el infeliz en qué lío se está metiendo?)

Entonces, nos encontramos con esa rata que, en el fondo, decía lo que teníamos que decir. Es cuando Gérard Ecorcheville, el camarada que en ese momento se ocupaba de la propaganda del GUD, tuvo una iluminación que jamás podremos agradecer: “Eh, esa rata… ¡Pero si somos nosotros!”. Esa genial observación entrañó una de las principales dificultades para mí, que era saber como representar a GUD en los hechos donde era actor. ¿Con el aspecto de heroicos caballeros hiperbóreos? ¿De jóvenes chicas y chicos sobre ellos? ¿En brutales batallas siempre victoriosas?… En fin, en un golpe de mano hemos encontrado a la vez una representación satisfactoria, un logo, un signo distintivo que nos diferenciaba entre nosotros y los otros, un símbolo, todo un estilo. Fue un éxito inmediato, al día siguiente todo Assas supone que GUD = ratas, las masas se empujaban para leer la crónica del día, la rata ha sido copiada y recopiada por todas partes, allá donde los militantes se encontraban en el GUD, incluso salió por la televisión durante los incidentes en Assas en febrero/marzo 1970.

Publicado por la revista Devenir en el Verano del 2002, traducido por la Comunidad Tercera Vía.

17 de agosto de 2010

ZetaZeroAlfa - Disperato Amore. Edizione gransignori


ZetaZeroAlfa - Disperato Amore. Traducciones

Canciones del nuevo disco de ZetaZeroAlfa - Disperato Amore



Ti senti solo su questa strada

E pensi al sogno che avevi un tempo

E' tanto peso, tanto dolore

Tra il bianco e il nero di una stagione

Ti senti solo su questa strada

Ti hanno cacciato, t'hanno tradito

T'hanno ingiurato e calpestato

E dato in pasto all'assassino

Ti senti solo su questa strada

Piove nel buio tutto intorno

Ma non c'è notte senza mattino

Perché combattere è un Destino.


Ti senti solo su questa strada

Ma il grande sogno è in ogni momento

E con silenzio e con decisione

Difendi la tua postazione

Ti senti solo su questa strada

E poi di botto un gran rumore

Strappa al sogno il suo torpore

E il bianco e nero torna colore

Ci sono tante persone intorno

E tutte con lo stesso sogno

La stessa voglia di camminare

La stessa voglia di lottare


...Adesso!


Ti senti solo su questa strada

Ma non sei solo su questa strada

E questo peso, questo dolore

E' solo il tuo disperato amore!

Ti sento solo su questa strada

Ma non sei solo su questa strada

E brucia il peso, brucia il dolore

Di questo tuo disperato amore!

Ti senti solo su questa strada

E non c'è peso, non c'è dolore

Figli di un disperato amore!





Sai non credo accetterò ancora altre lezioni

Da questi quattro presuntuosi

Democrazia grande pollaio

Un pianto un grido uno sbadiglio

Oh mio dio quant'è banale

Il vostro mondo dell'uguale


Allora faccio a modo mio tanto se sbaglio pago io

E sono senza assoluzione

A Modo Mio!

Allora faccio a modo mio tanto se sbaglio pago io

E non cerco comprensione

A Modo Mio!


Sai non sono stato mai altruista come adesso

E penso a quello che è successo

Sai non credo prenderò ancora altre lezioni

Da questi quattro presuntuosi

Democrazia grande pollaio

Un pianto un grido uno sbadiglio

Tutti quanti a sgomitare a chi fa l'uovo più normale

Sai non sono stato mai così sveglio come adesso

Ci serve molto autocontrollo

Sai non credo cambierò il mio modo di pensare

In quest'epoca di "scuse"

Democrazia grande pollaio

Un pianto un grido uno sbadiglio

Tutti pronti a starnazzare

Perché non sanno più volare

15 de agosto de 2010

Intolleranza


En 1987 Katanga (voz y bajo) que había tocado en "Scogliere di Marmo", Stolz (guitarra) y Testone (bateria) forman en Roma el grupo Intolleranza.

Después de menos de un año juntos, debutaron para la Romana DART (Divisione Artistica Raggruppamento Tradizionale) con la Demo “Intolleranza” grabada en directo en estudio. En 1989 tocan en Caorle, en el Véneto y graban en directo el concierto por Alberto Giaquinto "Tempo di lottare" al mismo tiempo preparan en estudio su segunda cinta "Grezzi in studio, ignoranti dal vivo". Tras ello el grupo entra en un periodo de hibernación pero nunca llega a disolverse oficialmente.

En 1990 Stolz pública una cinta titulada "Nuova Alba" y en 1993 formará "Londinium SPQR". En 1995, el grupo se reúne para grabar con el sello romano Rupe Tarpea, el CD póstumo "Tutti all'inferno" y ese mismo año participan en el recopilatorio "Fuori dal ghetto". En el mismo año Testone se incorpora como baterista en 270bis y en 1996 Katanga forma "Sotto Fascia Semplice".

11 de agosto de 2010

Cómo tirar el dinero en tiempos de crisis y taras mentales varias

Nota previa: En negrita y cursiva está resaltado lo más gracioso de los textos, no son coletillas nuestras.

Instalada en los ordenadores pertenecientes a la red del Gobierno de Cantabria una herramienta de corrección de lenguaje sexista.

A iniciativa de la Dirección General de la Mujer se ha instalado en todos los ordenadores pertenecientes a la red del Gobierno una herramienta de corrección de lenguaje sexista.

Ya que la realización y uso de documentación en electrónico es práctica habitual en todos los ámbitos, se hace imprescindible el uso de herramientas informáticas que permitan reducir al máximo el uso que, quizá a veces de forma inconsciente, se pueda efectuar de términos que puedan ser tachados como sexistas. Este es el objetivo prioritario del programa Themis, intentar reducir al máximo el sexismo en el lenguaje, mediante la localización de términos de carácter sexista en los documentos y la aportación de alternativas adecuadas para cada situación.

Fuente: Gobierno de Cantabria

Guía breve Themis para la igualdad: Cómo evitar el lenguaje sexista

Ideas en busca de un lenguaje no sexista para acabar con el sexismo en la sociedad

Igualdad entre mujeres y hombres

Muchas son las acciones que pueden llevarse a cabo para intentar lograr la tan ansiada igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, desde el equipo de Themis ya llevamos varios años intentando conseguir que administraciones, compañías privadas y el público en general utilice un lenguaje -oral y escrito- no excluyente. Conseguir un lenguaje no sexista no es quizá la más importante de las batallas para lograr esta igualdad, pero sí que es la más sencilla, ya que está en manos de todos y de todas el dotar de visibilidad al 51% de la población.

Recomendaciones para un lenguaje no sexista

Vamos a incluir en esta sección una serie de pautas que pueden ayudar a todo el mundo a utilizar un lenguaje incluyente, que refleje la realidad de la sociedad actual y evite el sexismo del lenguaje oral y escrito. Hay que recordar que la igualdad en el lenguaje oral y escrito es fundamental para lograr visibilizar a la mujer.

Estas pautas, pueden resumirse en modo de guía con estos puntos clave:

1. Piensa antes de hablar: esta es la más sencilla y, a su vez, la más complicada de las pautas. La educación recibida durante la mayor parte de nuestras vidas no hacía reparo en conseguir la igualdad en el discurso; por este motivo está llena de frases hechas, estereotipos... que salen apenas sin darnos cuenta.
2. No pienses en el masculino como neutro: efectivamente durante mucho tiempo se ha utilizado el masculino como género neutro en el discurso. Esto ha 'demostrado' el papel de superioridad del hombre sobre la mujer durante miles de años pero que, afortunadamente, queda cada vez más relagado en el pasado.
3. Dale la vuelta a la frase, lo masculino por femenino y viceversa: esta regla puede hacernos salir de innumerables errores. Una frase como 'Los ministros del gobierno y sus mujeres...' podría parecer correcta, sin embargo, ¿qué ocurre con la frase 'Las ministras del gobierno y sus hombres...'? Quizá sólo el hecho de plantear la frase del revés nos haga caer en la necesidad de sustituir la frase por otras del estilo 'El equipo de gobierno y sus cónyuges...'.
4. Verifica un trato igualitario a hombres y mujeres: no es difícil encontrar frases del estilo 'El Sr. Márquez y la Señorita Rosarito...' en la que podemos encontrar varias asimetrías.
1. Quizá el Sr. Márquez sea soltero, pero a nadie se le ocurriría hoy en día llamarle Señorito.
2. ¿Por qué al Sr. Márquez nos referimos por su nombre y a la Señorita Rosarito por su nombre de pila?.
3. Y, ¿tiene algún sentido el uso del diminutivo?
5. Presta cuidado a los duales aparentes: se consideran así los términos que aunque semejantes morfológicamente hablando, implican importantes diferencias en caso de utilizarse el masculino y el femenino. Ejemplos en esta línea pueden ser los pares 'hombre público' vs. 'mujer pública', 'zorro' vs 'zorra' y un largo etcétera.
6. No asumas que el lector (mejor dicho, quien lee) será siempre un varón: durante mucho tiempo, la mayoría de impresos firmados eran rubricados por varones. Sin embargo, esto afortunadamente ha cambiado, por eso debería ser cada vez más extraño ver escritos en los que aparezcan términos como 'El declarante', 'El abajo firmante'...
7. Ten en cuenta que la mujer está ocupando cada vez más puestos tradicionalmente reservados a varones: por eso ya no es lícito utilizar términos como ministros, presidentes, alcaldes... para referirnos a colectivos que, con el paso del tiempo, incluyen cada vez a más mujeres en sus filas.
8. Haz uso de términos colectivos abstractos: esta es una fórmula simple de evitar tediosos discursos plagados de términos que se repiten una y otra vez en masculino y femenino. ¿Por qué hablar de ciudadanos cuando podemos decir ciudadanía?, ¿por qué hablar de alumnos y alumnas cuando podemos decir alumnado?... Podrás comprobar que hay más términos en esta línea de los que imaginabas.
9. Cuida otras coletillas del estilo:
* Los que hayan aprobado... vs. Quienes hayan aprobado...
* Alguno habrá terminado... vs. Alguien habrá terminado...
* El que firma vs. Quien firma
* Todos tenemos derecho a... vs. Las personas tienen derecho a...
10. Cuando utilizas el término 'hombre'...: ...¿te refieres realmente a varones, o a hombres y mujeres? Utiliza otras expresiones si es el segundo de los casos 'ser humano', 'humanidad'... son sólo algunas de las posibles soluciones.
11. Uso del término mujer delante de algunas profesiones: ¿por qué puede parecer lógica la frase 'mujeres astronautas', cuando nunca se ha hablado de 'hombres astronautas' para referir a sus homólogos varones?
12. Cuida los sustantivos que usas, pero también los determinantes: sustituir 'profesor' por 'docente' puede parecer una buena opción para evitar el lenguaje excluyente hacia la mujer, pero si la frase queda como "los docentes" el determinante vuelve a centrarse en el varón; debes cuidar también los determinantes u optar por soluciones como "el equipo docente"
13. Uso de símbolos: la utilización de la @, así como de barras y guiones (p.e. alumnos/as, ciudadano-a) puede parecer una solución sencilla, sin embargo sólo es útil en el lenguaje escrito y, además, hay recursos mucho más vistosos. Restringe el uso de esta solución a formularios (en la web o en papel) donde hay poco espacio para otras soluciones.

Conclusión

A modo de resumen, todos estos puntos pueden concentrarse en uno: 'olvidarse de ataduras del pasado y pensar antes de escribir'. Este es un paso, en ocasiones complicado, que mediante el uso de herramientas como Themis puede verse simplificado.

Fuente: Themis


Al hilo:

Los clásicos de la literatura, en entredicho por sexistas

Según los creadores de Themis, el programa no sólo es útil para la comunicación institucional, sino para revisar y corregir cualquier texto escrito y, lógicamente, “aprender” el uso del lenguaje no sexista mediante la práctica, siguiendo las indicaciones y sugerencias que el programa ofrece como alternativa a los textos “marcados” como inapropiados.

El problema surge cuando un texto clásico intenta pasar el filtro de Themis. El pasado 23 de abril, Día del Libro, la Consejería de Cultura del Gobierno Cántabro emitió una nota en la que se citaba el primer párrafo de El Quijote. Themis detectó dos errores sexistas de bulto. Fue preciso saltarse las normas para que el documento pudiera circular. Corregirlo, a todas luces, resultaba imposible.

No sólo Cervantes está “fichado” por Themis. García Márquez, en los cuatro primeros párrafos de Cien años de soledad, comete 12 “pecados” sexistas o discriminatorios. La Declaración Universal de Derechos Humanos tampoco aprueba. Themis detecta 17 errores, entre ellos hablar de “las naciones miembro” de la ONU. Themis propone diversas alternativas. Una de ellas: “Las naciones miembros y miembras”.

Fuente: Suite101.net

10 de agosto de 2010

Manifiesto de la Arquitectura Futurista, por Antonio Sant´Elia

Después del siglo XVIII la arquitectura dejó de existir. A la mezcla destartalada de los más variados estilos que se utiliza para disfrazar el esqueleto de la casa moderna se le llama arquitectura moderna. La belleza novedosa del cemento y del hierro es profanada con la superposición de carnavalescas incrustaciones decorativas que ni las necesidades constructivas ni nuestro gusto justifican, y que se originan en la antigüedad egipcia, india o bizantina o en aquel alucinante auge de idiotez e impotencia que llamamos neoclasicismo.

En Italia se aceptan estas rufianerías arquitectónicas y se hace pasar la rapaz incompetencia extranjera por genial invención, por arquitectura novísima. Los jóvenes arquitectos italianos (los que aprenden originalidad escudriñando clandestinamente publicaciones de arte) hacen gala de su talento en los nuevos barrios de nuestras ciudades, donde una alegre ensalada de columnitas ojivales, grandes hojas barrocas, arcos góticos apuntados, pilares egipcios, volutas rococó, amorcillos renacentistas, rechonchas cariátides presume de estilo seriamente y hace ostentación de sus aires monumentales. El caleidoscópico aparecer y desaparecer de las formas, el multiplicarse de las máquinas y las crecientes necesidades impuestas por la rapidez de las comunicaciones, por la aglomeración de la gente, por la higiene y por otros cientos de fenómenos de la vida moderna no dan ningún quebradero de cabeza a estos autollamados renovadores de la arquitectura.

De esa manera, este arte expresivo y sintético se ha convertido, en sus manos, en un ejercicio estilístico vacío, en un revoltijo de fórmulas malamente amontonadas para camuflar de edificio moderno al mismo contenedor de piedra y ladrillo inspirado en el pasado. Como si nosotros, acumuladores y generadores de movimiento, con nuestras prolongaciones mecánicas, con el ruido y la velocidad de nuestra vida, pudiéramos vivir en las mismas casas, en las mismas calles construidas para las necesidades de los hombres de hace cuatro, cinco o seis siglos.

Ésta es la suprema idiotez de la arquitectura moderna, que se repite por la complicidad mercantil de las academias, domicilios forzados de la inteligencia, en las que se obliga a los jóvenes a copiar onanísticamente los modelos clásicos, en lugar de abrir del todo su mente a la búsqueda de los límites y la solución del nuevo y acuciante problema: la casa y la ciudad futuristas. La casa y la ciudad espiritual y materialmente nuestras, en las cuales nuestra agitación pueda desarrollarse sin parecer un grotesco anacronismo.

El problema de la arquitectura futurista no es un problema de readaptación lineal. No se trata de encontrar nuevas formas, nuevos perfiles de puertas y ventanas, ni de sustituir columnas, pilares, ménsulas con cariátides, moscones y ranas. Es decir, no se trata de dejar la fachada de ladrillo visto, de revocarla o de forrarla de piedra, ni de marcar diferencias formales entre el edificio nuevo y el antiguo, sino de crear ex-novo la casa futurista, de construirla con todos los recursos de la ciencia y de la técnica, satisfaciendo noblemente cualquier necesidad de nuestras costumbres y de nuestro espíritu, pisoteando todo lo que es grotesco, pesado y antitético a nosotros (tradición, estilo, estética, proporción), creando nuevas formas, nuevas líneas, una nueva armonía de contornos y de volúmenes, una arquitectura que encuentre su justificación sólo en las condiciones especiales de la vida moderna y que encuentre correspondencia como valor estético en nuestra sensibilidad. Esta arquitectura no puede someterse a ninguna ley de continuidad histórica. Debe ser nueva, como nuevo es nuestro estado de ánimo.

El arte de construir ha podido evolucionar en el tiempo, y pasar de un estilo a otro manteniendo inalterados los atributos generales de la arquitectura, porque en la historia son frecuentes los cambios de la moda y los que produce la sucesión de religiones y regímenes políticos. Pero son rarísimas las causas de cambios profundos en el entorno, las causas que rompen y renuevan, como el descubrimiento de ciertas leyes naturales, el perfeccionamiento de los medios mecánicos y el uso racional y científico del material.

El proceso consecuente de desarrollo estilístico de la arquitectura se detiene en la vida moderna. La arquitectura se separa de la tradición. Se comienza necesariamente de cero.

El cálculo de la resistencia de los materiales, el uso del hormigón armado y del hierro excluyen la "arquitectura" entendida en el sentido clásico y tradicional. Los modernos materiales de construcción y nuestros conocimientos científicos no se prestan en absoluto a la disciplina de los estilos históricos y son la causa principal del aspecto grotesco de las construcciones "a la moda" en las que se pretende conseguir de la ligereza, de la soberbia agilidad de la viga y de la fragilidad del cemento armado la pesada curva de un arco y el aspecto macizo de un mármol.

La formidable antítesis entre el mundo moderno y el antiguo está determinada por todo lo que antes no existía. Han entrado en nuestras vidas elementos que los hombres antiguos ni siquiera podían imaginar. Se han producido situaciones materiales y han aparecido actitudes del espíritu que repercuten con mil efectos distintos, el primero de todo la formación de un nuevo ideal de belleza todavía oscuro y embrionario, pero que ya ejerce su atracción en la multitud. Hemos perdido el sentido de lo monumental, de lo pesado, de lo estático, y hemos enriquecido nuestra sensibilidad con el gusto por lo ligero, lo práctico, lo efímero y lo veloz. Percibimos que ya no somos los hombres de las catedrales, de los palacios y de los edificios públicos, sino de los grandes hoteles, de las estaciones de ferrocarril, de las carreteras inmensas, de los puertos colosales, de los mercados cubiertos, de las galerías luminosas, de las líneas rectas, de los saludables vaciados.

Nosotros debemos inventar y volver a fabricar la ciudad futurista como una inmensa obra tumultuosa, ágil, móvil, dinámica en cada una de sus partes, y la casa futurista será similar a una gigantesca máquina. Los ascensores no estarán escondidos como tenias en los huecos de escalera, sino que éstas, ya inútiles, serán eliminadas y los ascensores treparán por las fachadas como serpientes de hierro y cristal. La casa de cemento, cristal y hierro, sin pintura ni escultura, bella sólo por la belleza natural de sus líneas y de sus relieves, extraordinariamente fea en su mecánica sencillez, tan alta y ancha como es necesario y no como prescriben las ordenanzas municipales, debe erigirse en el borde de un abismo tumultuoso, la calle, que ya no correrá como un felpudo delante de las porterías, sino que se construirá bajo tierra en varios niveles, recibiendo el tráfico metropolitano y comunicándose a través de pasarelas metálicas y rapidísimas cintas transportadoras.

Hay que eliminar lo decorativo. El problema de la arquitectura futurista no debe solucionarse hurtando fotografías de la China, de Persia y de Japón, o embobándose con las reglas de Vitrubio, sino a base de intuiciones geniales acompañadas de la experiencia científica y técnica. Todo debe ser revolucionado. Deben aprovecharse las cubiertas y los sótanos, hay que reducir la importancia de las fachadas, trasladar los problemas del buen gusto del ámbito de la formita, el capitelito, el portalito, al campo más amplio de las grandes agrupaciones de masas, de la amplia distribución de las plantas del edificio. Basta ya de arquitectura monumental fúnebre y conmemorativa. Deshagámonos de monumentos, aceras, soportales y escalinatas; soterremos las calles y las plazas; elevemos el nivel de las ciudades.

YO COMBATO Y DESPRECIO:

1.- Toda la pseudo-arquitectura de vanguardia, austríaca, húngara, alemana y norteamericana;

2.- Toda la arquitectura clásica, solemne, hierática, escenográfica, decorativa, monumental, agraciada y agradable;

3.- El embalsamamiento, la reconstrucción, la reproducción de los monumentos y los palacios antiguos;

4.- Las líneas perpendiculares y horizontales, las formas cúbicas y piramidales, que son estáticas, pesadas, oprimentes y absolutamente ajenas a nuestra novísima sensibilidad;

5.- El uso de materiales macizos, voluminosos, duraderos, anticuados y costosos.

Y PROCLAMO:

1.- Que la arquitectura futurista es la arquitectura del cálculo, de la audacia temeraria y de la sencillez; la arquitectura del hormigón armado, del hierro, del cristal, del cartón, de la fibra textil y de todos los sustitutos de la madera, de la piedra y del ladrillo, que permiten obtener la máxima elasticidad y ligereza;

2.- Que la arquitectura futurista, sin embargo, no es una árida combinación de practicidad y utilidad, sino que sigue siendo arte, es decir, síntesis y expresión;

3.- Que las líneas oblicuas y las líneas elípticas son dinámicas, que por su propia naturaleza poseen un poder expresivo mil veces superior al de las líneas horizontales y perpendiculares, y que sin ellas no puede existir una arquitectura dinámicamente integradora;

4.- Que la decoración, como algo superpuesto a la arquitectura, es un absurdo, y que sólo del uso y de la disposición original del material bruto o visto o violentamente coloreado depende el valor decorativo de la arquitectura futurista;

5.- Que, al igual que los hombres antiguos se inspiraron, para su arte, en los elementos de la naturaleza, nosotros - material y espiritualmente artificiales - debemos encontrar esa inspiración en los elementos del novísimo mundo mecánico que hemos creado y del que la arquitectura debe ser la expresión más hermosa, la síntesis más completa, la integración artística más eficaz;

6.- Que la arquitectura como arte de distribuir las formas de los edificios según criterios preestablecidos está acabada;

7.- Que por arquitectura debe entenderse el esfuerzo por armonizar con libertad y gran audacia el entorno y el hombre, es decir, por convertir el mundo de las cosas en una proyección directa del mundo del espíritu;

8.- De una arquitectura así concebida no puede nacer ningún habito plástico y lineal, porque los caracteres fundamentales de la arquitectura futurista serán la caducidad y la transitoriedad. Las casas durarán menos que nosotros.

Cada generación deberá fabricarse su ciudad. Esta constante renovación del entorno arquitectónico contribuirá a la victoria del Futurismo que ya se impone con las Palabras en libertad, el Dinamismo plástico, la Música sin cuadratura y el Arte de los ruidos, y por el que luchamos sin tregua contra la cobarde prolongación del pasado.


Dirección del Movimiento Futurista, Milán, 11 de julio de 1914

5 de agosto de 2010

Mercado medieval en Solares (Medio Cudeyo) o el afán "multiculti" aunque sea con calzador y rezagado

Enmarcado dentro de los actos de las fiestas patronales de Solares, en Medio Cudeyo, los días 6-7-8 de agosto del presente 2010 se celebra una nueva edición de la representación y mercado de ambientación y temática medieval que se viene realizando en los últimos años en la localidad.

Dicha escenificación se recrea teniendo por trasfondo histórico el siglo XIIl y las Cantigas dedicadas a Santa María, del rey Alfonso X El Sabio, cuya cantiga CCLXIII (nº 263) hace referencia a un milagro obrado por la Virgen en Cudeyo.

Como quiera que tampoco en Solares se puede escapar al afán del multiculturalismo bienpensante y la más complaciente corrección política, la escenificación se publicita bajo el lema de “festival de las tres culturas”, se sobreentiende que en referencia a cristianos, musulmanes y judíos, supuesta imagen idílica de la España de aquella época elevada a dogma por la propaganda oficialista, y sin duda precoz antecedente de la zetapera Alianza de Civilizaciones.

Dejando aparte que el marco histórico original se desenvolviese en Toledo y se reproduzca hoy con la mejor intención y espíritu en una localidad cántabra, sí que es más que dudoso que en aquel siglo XIII abundase la multiculturalidad en el corazón de la Trasmiera medieval. Más que nada por la significativa ausencia de un par de sus supuestos ingredientes en discordia.

Lo de las tres culturas parece más cosa de la cruda realidad de hoy, se supone que en la intención de hacer virtud de la necesidad por parte de los artífices del adoctrinamiento social y la ingeniería de almas, a la vista de la delatora presencia de musulmanes incrustados en el pueblo, visibles con barba o con velo. Y en el caso de la representación de la cultura judía, que sería sin duda boicoteada por aquellos y lógicamente mal vista por el talantoso progrerío solidario con el fundamentalismo islámico de Gaza, tal vez podría adaptarse como sucedáneo sustituyéndola por los chinos, cuyos establecimientos comienzan a implantarse vigorosamente en la localidad.

Ver cartel anunciador expuesto como portada en la web: www.mediocudeyomedieval.com



El Bígaro